Postura correcta ordenador: mitos, verdades y como corregirla.

¿Hay una postura correcta para el ordenador igual para todo el mundo? No. ¿Hay una postura mejor que la que tienes actualmente al ordenador? Sí. A continuación, explicamos cuál es y os enseñamos a corregirla fácilmente a través de nuestros vídeos de ejercicios.

Cada vez los fisioterapeutas nos alejamos más del mito de la postura absoluta y “correcta” cuando tratamos a pacientes. Este mito transmite la idea que somos defectuosos y que solamente hay una forma de mantener el cuerpo correctamente. Cada persona es diferente y mientras no cause dolor, tu postura es la tuya y correcta para ti. Por ello la «postura correcta ordenador» es diferente para cada persona.

La verdad que desconoce la gente es que ninguna postura es “buena” si se mantiene durante un tiempo excesivo. Nuestro cuerpo está diseñado para moverse y cambiar de posición frecuentemente. Los músculos quieren activarse y nuestras articulaciones desean movimiento. Estar sentado durante 8 horas delante de un ordenador no es natural. Solo hay que mirar el mundo animal para verificarlo.

Por ello es necesario que muevas el cuerpo regularmente y cambies de posición cuando uses el ordenador. Puedes mover el cuello, la espalda, los brazos y los hombros en diferentes direcciones para despertar los músculos y aliviar la rigidez. Lo puedes realizar mientras trabajas durante unos minutos cada media hora, incluso cuando te levantes para ir al baño o estés en una llamada telefónica.

Dicho esto, es verdad que si tenemos que mantener una posición prolongada nos conviene tener músculos fuertes y resistentes para evitar la fatiga de los mismos. Cuando los músculos se cansan, se acortan y entonces puede aparecer el dolor de cuello o espalda asociado al ordenador. Los siguientes ejercicios fortalecen los músculos necesarios para corregir y mejorar la postura delante del ordenador. Transforman la posición flexionada de la cabeza hacia delante y espalda redondeada a una postura erguida y extendida.

En cuanto a los correctores de postura funcionan si su presencia nos recuerda y nos obliga a cambiar la posición y usar los músculos que están débiles. Si nos los ponemos durante todo el día mientras estamos sentados y nos acostumbramos a llevarlo puesto es probable que deje de ser eficaz. Recomendamos que los correctores se pongan durante actividades de movimiento para servir como recordatorio de mejorar la biomecánica natural del cuerpo.

Un dicho que usamos los fisioterapeutas y resume nuestra filosofía es la siguiente: “la mejor postura es la siguiente postura”.

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