La dorsalgia o dolor dorsal se refiere a la dolencia en la zona alta o zona media de la espalda. Normalmente se manifiesta en forma de dolor muscular y puede presentar con “contracturas” dolorosas o “puntos gatillo” dolorosos. Muchas personas recurren a un fisioterapeuta para aliviar su dolor. Similarmente la terapia manual sirve para tratar el dolor agudo pero a largo plazo el dolor se resuelve movilizando la espalda y fortaleciendo los músculos.

En este artículo os explicamos tres pasos para aliviar dolor espalda dorsal fácilmente.

¿Cómo se trata la dorsalgia?

La fisioterapia para el dolor dorsal consiste en mejorar tres puntos claves que contribuyen a esta patología. Estos tres factores son la movilidad de la columna torácica, la fuerza de los músculos dorsales y la activación (puesta en marcha) de dichos músculos. A continuación, os explicamos como rehabilitar tu dolor dorsal desde casa con ayuda de tres herramientas de rehabilitación: el rodillo de espuma, goma de resistencia y corrector postural. Si ya tienes estos utensilios en casa puedes empezar ya, si no, las encontrarás en nuestra tienda.

PASO 1: MOVILIZACIÓN CON RODILLO

Realizamos ejercicios de movilización para reducir la rigidez y mejorar las limitaciones de la columna dorsal. Estas limitaciones alteran el movimiento natural de los músculos que la rodean. En consecuencia, la biomecánica alterada conlleva a sobrecargas musculares.

PASO 2: FORTALECIMIENTO CON GOMA DE RESISTENCIA

Los siguientes ejercicios fortalecen los músculos de la parte alta de la espalda. Estos músculos ayudan a extender la columna torácica, a estabilizar los hombros y reducir la sobrecarga muscular que nos causa dolor.

PASO 3: ACTIVACIÓN CON CORRECTOR POSTURAL

Usamos el corrector postural como recordatorio para activar la musculatura y mejorar la posición de la espalda alta mientras realizamos tareas. Cuantas más veces “activemos” estos músculos durante el día, más se acostumbrarán a realizarlo y con tiempo lo harán de forma automática. No recomendamos que lleves el corrector todo el día porque tu cuerpo se acostumbrará al corrector y dejará de funcionar como advertencia para los músculos dorsales. Aconsejamos su uso para tareas puntuales de una hora más o menos a lo largo del día. Actividades en movimiento son preferibles a tareas en sedestación como por ejemplo dar un paseo, ejercicios, gimnasio, moviendo cargas, manualidades, limpieza del hogar, etc. Para más información sobre el uso del corrector postural puedes leer el articulo en nuestro blog.